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Traslado de la Palmera PLACEAT

Traslado de la Palmera PLACEAT

POR FIN SE CONSIGUIÓ EL TRASLADO DE LA PALMERA PLACEAT

El desenraizamiento de la Palmera Placeat, su elevación al camión especial para su traslado a la nueva ubicación, su camino hasta la finca de Placeat, y por fin su replantación en el gran orificio abierto al efecto, ha sido toda una gran aventura a la vez que la puesta a prueba de un joven forestal y su tozudez porque eso se logrará.
Nos estamos refiriendo a la Palmera que la Asociación Placeat tenía señoreándose en uno de los patios de la antigua residencia de San Gil, que en estos momentos se encuentra inmersa en una profunda reforma y ampliación.
Desde los últimos años setenta del siglo pasado, la Palmera había ido creciendo y creciendo hasta elevarse por encima de los tejados de la residencia. Y a la vez que crecía también engordaba, lo que ha supuesto tener que usar una grúa con capacidad de levantar 15.000 kilos.
El nuevo proyecto no permitía mantener ese símbolo de nuestra Asociación en su ubicación histórica y hubo que plantearse el traslado.
Y así comienza la historia : El lunes 2 de febrero (Las Candelas) quedamos con Cándido y su hijo Alberto que una maquina comenzaría a hacer el agujero, en la finca Placeat, concretamente en el centro del «Bosque Placeat de los Cuarenta años, 1972-2012». El agujero de diámetro cinco metros y de profundo cuatro metros. Así transcurrió la mañana.
A lo largo de la mañana aparecen en San Gil, un gran camión de transporte y una inmensa grúa de color amarillo, mientras una de las excavadoras esta ya trabajando alrededor de la Palmera para poder ir dejando libre el cepellón. Comienzan las dificultades, hay que profundizar más de lo previsto debido al entramado de raíces. Antes de ir a comer se abraza ya al tronco de la Palmera con la cadena que baja perpendicularmente del inmenso brazo extendido de la grúa. Señal de que por la tarde ya va a tirar para arriba la grúa, la va a elevar por los aires y la va a depositar en el camión. Pero no, en la tarde hay que profundizar más aún alrededor del tremendo cepellón, dado que en un primer intento de actuar la grúa, la Palmera ni se ha movido.
Se esta poniendo el sol con un anaranjado atardecer y se deja el corte para la mañana siguiente.
Ya es martes 3 de febrero, San Blas, cuando se decide tirar de nuevo de la grúa. Nada que la Palmera no se mueve. Comienza el desánimo, nunca entre Cándido y Alberto. Vienen refuerzos, Carlos de San Gil y de Placeat.
¿Y si se tira con un tractor? Dicho y hecho. Pero antes vamos a comer para reponer fuerzas. Creo que ese día se probaron unos chorizos de venado y una morcilla de calabaza de la matanza de Cándido.
Efectivamente, tirando el tractor la Palmera cede y cae de lado. Pero ahora hay que izarla y la grúa amarilla no tiene fuerza suficiente. Cae la tarde. Mañana Dios dirá.
Miércoles 4, la grúa amarilla ha sido cambiada por una blanca de mas potencia (15.000 kilos), pero aún hay pesimismo. Ha llegado Luis Ramón, arquitecto de la obra y considera que supone un riesgo levantarla, visto lo ocurrido ayer. Pero la grúa blanca es poderosa y con un cielo azul de mañana muy fría la Palmera inicia su vuelo por encima de paredes, tabiques, forjados recién echados, hacia el largo camión.(Otra mañana perdida por los habitantes de San Gil que con los móviles han estado fotografiando y filmando todas estas maniobras) Se consiguió , pero aun queda el recorrido hasta la finca, y allí surgirán nuevas dificultades. Efectivamente, el suelo esta blando se hunde la grúa. De nuevo actúan los tractores y por fin, por la tarde, la Palmera queda en su sitio, vertical, desafiando a un agua nieve que comienza a caer, presagio del nevazo que esta cayendo tanto en la Peña de Francia, como en las sierras de las Hurdes, que son los lejanos horizontes que divisamos desde la finca de Placeat, por encima del Jerte y del Alagón. Todavía queda tiempo y luz para que un tractor de al tronco de la Palmera varias envestidas para enderezarla porque, aunque bien plantada, todavía se inclinaba un poco.
Y allí en medio del BOSQUE PLACEAT DE LOS CUARENTA AÑOS (1972-2012) ha quedado, erguida, sabiéndose señora, querida, añosa, símbolo de nuestra Asociación, LA PALMERA PLACEAT.
Disfrutad del vídeo, que aunque la imagen se mueve un poco, es realmente impresionante.

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