Como recordaréis, hace unos días nos visitó nuestro querido amigo y escritor Piornalego, José Ernesto Vicente. Nos ha ha enviado una carta que nos ha emocionado y que queremos compartir con vosotros.
MI EXPERIENCIA CON LA FAMILIA PLACEAT
Por JOSÉ ERNESTO VICENTE PÉREZ
Hace un tiempo, más o menos un año, decidí que los beneficios de mi quinto libro irían destinados a PLACEAT, ese mismo día, escribí para comunicárselo a los familiares de mi amigo Pepe, que es usuario de dicha Asociación, lo que les llenó de alegría. Al día siguiente bajé a Plasencia con mi idea, y me presenté en este centro, mi sorpresa fue mayúscula, justo antes de entrar, escuché un “ HOLA”, me giré y vi a un chico arreglando los jardines, hola, le dije, busco al presidente o director de PLACEAT, creo que se llama Francisco, ¿A Paco?, me contestó, si, le dije, y sin más dilación me agarró de la mano y me llevó justo a la puerta de dirección, con una sonrisa sincera, especial, alegre, contagiosa…En ese momento ya supe que en ese sitio, en ese lugar, iba a vivir momentos muy especiales. Toqué la puerta, entré, y dos personas, Francisco y Casimiro, me recibieron como si me conocieran de toda la vida, les expliqué lo que hacía y la idea de mi quinto libro… Desde aquel momento, por sus palabras, me considero uno de más de esa familia. Seguidamente, Francisco me enseñó las instalaciones, por donde quiera que iba, los chicos me iban saludando, preguntando, me sentía como en mi pueblo, es más, me sentía como en mi propia casa. Subimos a un segundo piso, a un taller, donde me quedé sorprendido con las cosas maravillosas que hacen con el cuero, además, allí estaba MI GRAN AMIGO, Pepe, compañero desde hace más de veinte años en La Serrana de Piornal, con el que he compartido cientos de momentos y aún no sabía los que me esperaban allí. Después de charlar con todos los chicos y chicas del taller y enseñarme con una alegría infinita todos sus trabajos volvimos a dirección y quedamos para otro día, saliéndome de ese sitio, con una agradable sensación pero sin saber aún lo que me esperaba en un futuro.
Pasado un tiempo, con el libro ya casi finalizado, me presenté a un concurso de poesía de Jarramplas, en mi pueblo, Piornal, en el cual gané el primer y segundo premio, ambos económicos, que aunque no era mucho, también decidí donar a PLACEAT…Y al día siguiente, me volví a presentar muy ilusionado en el centro. Llegué justo a la hora del café, y sabiendo ya donde estaba dirección me dirigí allí, encontrándome de nuevo a Francisco…Hombre, José Ernesto Vicente, exclamó, con esa alegría que le caracteriza y contagia a todos, le expliqué el porque de mi segunda visita y con una alegría inmensa me invitó a tomar café con todo el equipo de trabajo del centro, a los cuales me presentó, aunque ya les había hablado de mí y de mi pequeño proyecto, con lo cual, me sentí como uno más. Después de tener unas agradables conversaciones, de nuevo, subí a ver a los chicos al taller, entré, y al primero que ví, fue a mi amigo Pepe, que según me vio, se le iluminaron los ojos, esos ojos de mirada sincera, de amistad pura, me senté con él y estuve hablando con todos los chicos y chicas, los cuales me enseñaron de nuevo todos los trabajos, pero sin parar ni un momento de trabajar. Cuando me estaba despidiendo para irme y para mi sorpresa, su monitor me regaló un tarjetero precioso, hecho por ellos y grabado, el cual me hizo una enorme ilusión, y así me fui, cargado de otra gran dosis de ilusión y sintiéndome un poco más de la familia PLACEAT.
Pasado un tiempo, con el libro ya terminado y mandado imprimir, llamé a Francisco, aunque ya era Paco también para mí, lleno de emoción, me invitó a presentar el libro en el Parador de Plasencia, aunque al final decidimos que la presentación fuera en el Centro, en PLACEAT, en FAMILIA y acordamos el día.
…Y llegó el día, yo estaba muy ilusionado, aunque aún no sabía lo que ese día de noviembre me iba a regalar. Llegué con mi libro en la mano, firmado y dedicado ya para PLACEAT, Paco ya me esperaba, y sin yo saberlo ya tenía todo preparado. Directamente fui donde estaba todo el equipo, ya que era la hora del café, y después de muchas felicitaciones de todos, Paco me dijo, bueno, vamos a presentar a los chicos tu obra…La verdad que estaba nervioso, y eso que soy una persona que ya está acostumbrada a hablar en público, pero aquel público me imponía. De repente hubo una movilización en el centro, espectacular, aparecían chicos, chicas y trabajadores por todos sitios, y con un orden asombroso, en el salón de asambleas no cabía ni un alfiler, estaba lleno de sonrisas, de miradas clavadas en mí, atentos y muy calladitos, y Paco empezó a hablar, con esa labia que le caracteriza, habló de mi libro y me presentó como nunca jamás lo habían hecho en ningún sitio, yo obviamente ya no tenía palabras, menos mal que lo llevaba todo preparado y lo leí, recibiendo un atronador aplauso, seguidamente recité algunas de las poesías que ocupaban mi libro, siendo la primera, una dedicada a mi gran amigo Pepe, que estaba escuchando junto a sus padres que se emocionaban cuando las palabras brotaban de mi corazón…Otro increíble aplauso, y recité otras cuatro o cinco, aquello era emocionante, solo había que ver las caras, de emoción, de ilusión, de agradecimiento…Cuando terminé de recitar y estaba asimilando todo aquello, Paco llamó a mi amigo Pepe, y me dieron un regalo, un regalazo hecho a mano por ellos y grabado en el taller donde yo había subido a visitarlos los demás días, pero había otro regalo, mi amigo me dio un abrazo, un abrazo de parte de toda la familia PLACEAT, un abrazo puro, un abrazo dado con los brazos del corazón, un abrazo que yo jamás olvidaré…Y así terminó la presentación de mi quinto libro, REBOSANDO SENTIMIENTOS, pero después vino mucho más…Besos, abrazos, palabras de agradecimiento puro, además muchos chicos y chicas querían el libro, les había encantado todo y eso era otro regalo, y así terminó la presentación, de la mejor manera que algo así puede terminar, con una familia entera abrazándome.
Me costó días asimilar todas esas emociones, y con esa alegría que me habían regalado, cogí unos cuantos libros y los llevé a la librería de mi pueblo, Librería El Álamo, otros tantos me los quedé yo, ya que mucha gente me los encarga a mí, hice publicidad a diestro y siniestro como hago siempre, por facebook, whatsapp, páginas web y todo a mi alcance, y en un mes y medio estaban todos vendidos y repartidos. En ese intervalo de tiempo me volví a presentar de nuevo al concurso de poesía de Jarramplas, donde volví a ganar otro premio, esta vez el tercero, un premio que aunque pequeño económicamente también sumaría a la cantidad obtenida con la venta de REBOSANDO SENTIMIENTOS. Muy satisfecho y agradecido a todas las personas que habían comprado mi libro, le di la buena noticia a Paco, para ir a hacer la donación, y entusiasmados quedamos para el día 28 de enero a las 12 de la mañana…
…Y por fin llegó ese día, ese día que había tardado un poco más de un año en llegar, cogí de nuevo mi libro, para hacerme una foto con Paco y de nuevo bajé a Plasencia, llegué con mucho tiempo, como hago siempre y me dirigí a dirección, donde estaba Casimiro, que rápidamente me llevo donde estaban todos. Las palabras de Paco al verme me llenaron de orgullo y satisfacción…José Ernesto Vicente, nuestro poeta, sacándome una sonrisa de oreja a oreja, después explicó a todos porque estaba allí de nuevo, aunque después supe que ya lo sabían, terminó el desayuno y nos dirigimos a su despacho, charlamos y me dijo, bueno, José Ernesto, vamos a ver a los chicos que te están esperando todos en el salón, no me digas que los has juntado a todos, le dije, claro, contestó, ahí están todos esperándote…
Una sala abarrotada igual que en la presentación me esperaba para mi alegría, mirándome con el corazón, hasta llegar a mi sitio, todo eran bonitas palabras hacía mí, Paco de nuevo me presentó, aunque ya no hacía falta y explicó porque estaba allí de nuevo, todos se fundieron en un aplauso y me tocaba hablar, ya no tenía nervios, estaba en familia, además la noche anterior, había escrito una poesía para ellos, que tenía pensado imprimir para regalársela pero no me había dado tiempo, era cortita, pero escrita con el corazón en la mano, el aplauso lo dijo todo, y me animé a recitar otras dos que había pensado rápidamente cuando Paco me dijo que me estaban esperando, sus títulos ya dicen mucho, MANOS TRABAJADORAS, y TRES PALABRAS ( solidaridad, paz y libertad), el aplauso final fue tremendo, y así terminé, con mi mano en el corazón dando las gracias, porque soy yo el que os da las gracias, por aceptarme en esa familia tan maravillosa, vuestros aplausos, besos y abrazos son el mejor de los agradecimientos y como os dije allí, vuestra sonrisa es mi alegría. Yo no soy de exteriorizar, pero si de interiorizar y guardar momentos, y desde luego los que he vivido con REBOSANDO SENTIMIENTOS con cada uno de vosotros ocuparán para siempre un gran espacio en mi corazón. GRACIAS por aceptarme en la FAMILIA PLACEAT.
DONDE REBOSAN LOS SENTIMIENTOS
Autor: José Ernesto Vicente Pérez
Donde quise parar el tiempo
donde miran con el corazón
donde rebosan sentimientos
y a mi libro dan la razón.
Donde el amor es puro
donde se respira bondad
un sitio llamado PLACEAT
es una familia especial.
Donde rebosan sentimientos
y a mi libro dan la razón
donde me siento en mi casa
donde miran con el corazón.
Y ya tan solo me queda dar las gracias a las personas que me apoyan, a las que colaboran de una u otra manera, a mi familia, amigos, compañeros de la Serrana, y a la persona que me animó y ayudo desde el principio en este camino poético…GRACIAS